viernes, 7 de diciembre de 2007

El segundo disco es el más difícil


Mire que terminar en cada carrete de mierda hablando de monitos o del Chavo del Ocho. Está bien, la nostalgia es difícil de extirpar, y deliciosa de saborear, pero juntarse a conversar la misma tontera cada vez que deberíamos estar bailando, bebiendo o bien “follando”, suena como canción reggaeton: siempre el mismo tema.


André Bretón, padre de la movida surrealista, dijo alguna vez: en la niñez cada día es una nueva aventura. Muy bien, los “adultos” debiéramos plantearlo de igual manera, y sacarnos del culo la monotonía que tanto nos acomoda y asienta.

Eso extrañamos realmente, no las putas caricaturas, que cuando por fin las repiten, no alcanzaste a terminar un episodio porque ya te aburrió. “Básicamente” vivir la vida sin putos filtros cognitivos y sentir que las vacaciones de verano son infinitas, son actitudes adecuadas para dejar de jugar al adulto.


“Porque chiquillos”, todos los huevon@s de 20 y más soñamos con tener treinta… y ¿pa’ qué? Para ser adultos po; de esos enajenados, con sexo una vez por semana, de tufo hediondo, cagados de sueño, y con pelitos en la nariz. Pero NOTEN QUE… de lo contrario, serás el único huevón ñoño, inmaduro, e idealista. La dicotomía no quiere ser asimilada, por eso, sólo mujeres que anhelen volar...